Desde Cajatambo Perú.

martes, 31 de agosto de 2010

Fiesta Taurina en Cajatambo

TOROS EN CAJATAMBO

La última fiesta ha sido espectacular. Con mucho derroche de belleza, arreglos de todo tipo, variados y exóticos trajes, toros de casta, toreros profesionales nacionales y extranjeros, eximios banderilleros a caballo extranjeros, abundancia y variedad de tragos, etc. No estuve en Cajatambo pero he visto los vídeos. Me parece que, salvo mejor ilustrado criterio, esta fiesta se ha convertido en una huachafería encaminada a demostrar las "posibilidades crematísticas" de los protagonistas de turno. Hasta cierto momento estaba bien, parecía o era realmente destinada a presentar una fiesta en homenaje a la patrona de Cajatambo, con notorias mejoras respecto de lo que era en las décadas 50, 60 etc. sin salir de los límites de una evolución natural. Actualmente el nivel de cambios es tal, que en ciertos aspectos es comparable con las corridas en Acho ( en este caso estamos hablando de nuestra capital, con una larga tradición y con una calidad y sobriedad comparable con las más destacadas del mundo taurino del orbe). Cada año va variando con algo más de huachafería, costosa por cierto, según dicen algunas personas para mejorar la fiesta. Pero se ha llegado a un punto en que, a mi parecer, se ha salido absolutamente del marco costumbrista cajatambino. Nadie puede estar en desacuerdo con que las costumbres también varían lentamente con el tiempo, nada permanece eternamente sin cambio. Pero en este caso estamos ante un salto acelerado y radical, que no encaja en la realidad social y económica que sirve de escenario. Se está llegando, si es que todavía no, a una situación insostenible. El prurito por restregar en el rostro del pueblo el poder económico de los competidores, no puede continuar sin límite, no solo porque escapa del de marco religioso y de la devoción por la Patrona de Cajatambo,- que en estos casos  sólo constituyen  pretexto, cuando en verdad lo que se quiere es atender la necesidad  del ego-, sino porque habrá un día en que el más potentado organice la fiesta de tal modo que se torne insuperable. Entonces, ¿volverán los mismos a repetir lo hecho?, terminará la competencia y decaerá el interés por organizarlas? o sólo se recordará con nostalgia lo que fue la verdadera fiesta popular cuyos protagonistas eran cajatambinos y no foráneos; es decir: toros del lugar, toreros aficionados que salían del propio pueblo espectador, y sin el ingrediente de torturar a los animales. Cajatambo no es una ciudad opulenta, llena de riquezas o con una intensa actividad económica que genere muchos ingresos, ni mucho menos. Es un pueblo modesto. Estas fiestas hoy se financian con mucho dinero que viene de otro lado. Llama la atención de propios y extraños el lujo y el derroche que contrastan total y absolutamente con el nivel desarrollo del lugar. Ud. qué opina, amigo visitante?. Para estar más enterado del tema vea en YouTube, las fiestas taurinas en Cajatambo.Lo de Acho queda chico, de lejos.

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