La Torre
La Torre, es una colina cuya cúspide, fue mochada y aplanada para construir en ese espacio un moderno Centro Escolar.
A modo de preámbulo.- La experiencia personal vivida en torno a este centro educativo, más la información escrita y gráfica obtenidas, me han permitido escribir esta pequeña historia.
Desde antes de iniciar mis estudios como escolar, frecuenté las instalaciones de este centro educativo, que no es del caso decir cómo ni porqué, pero pude ver la existencia de diversos servicios, que los comprobé cuando me tocó ser alumno de la escuela 371. Las promociones posteriores a los años 40 del siglo pasado, con certeza se puede afirmar que nunca se enteraron de la existencia de tales servicios:
a) La Enseñanza Nocturna.- Cuando la construcción del complejo educativo aún estaba en proceso de culminación, funcionó la enseñanza nocturna con un alumnado mixto, conformado por jóvenes y adultos. Los participantes no eran muy numerosos, pero estaban por encima de 20 alumnos. Ellos estaban entusiastas y participaban mucho en el desarrollo de las clases. El profesor les mostraba los materiales didácticos, les explicaba y los alumnos preguntaban.
No se dio a conocer los motivos por los que cerraron en forma definitiva sabe esta sección nocturna.
b) Servicios básicos.- En ambas escuelas se implementaron duchas y servicios higiénicos, ya que la educación física y el deporte, que eran aspectos importantes de la educación, lo exigían. Los ambientes destinados para duchas, que tenían estructuras de adobones de barro, fueron tarrajeados con cemento, sobre una malla metálica. Estos servicios, que contaban con agua potable, proveniente del reservorio de Sinsi-ragra, dejaron de funcionar al cabo de pocos años, asumimos que por falta de mantenimiento, y fueron utilizados como depósitos de muebles y otras cosas.
c) Dispensadores y lavaderos.- Los dispensadores de agua para beber, eran de los más modernos para la época, pues de ese tipo no había ni en Lima; estaban colocados en las aceras, cerca de las duchas, y consistían en pedestal de una altura aproximada de ochenta centímetros, que sostenía un cuenco de metal cromado, que en un extremo tenía el mecanismo que, al pulsar, permitía la salida del agua formando pequeño arco del que se debía beber acercando la boca. Estaba diseñado para mantener la higiene al no entrar en contacto la boca con ninguna parte física del dispensador. Algunos alumnos lo usaban para jugar, hasta que se malograron, y tiempo después desaparecieron.
Los lavaderos estaban instalados junto a la acera colindante con el Salón de Actos. Fue uno de los pocos servicios que tuvo mantenimiento y su funcionamiento fue permanente, no sabemos si hasta la actualidad.
d) Campos deportivos.- La norma legal mencionada, hace referencia a la necesidad de que los alumnos hagan deporte y educación física. Por esa razón se adecuaron espacios para la realización de deportes: un campo de voleibol al costado de la escuela de mujeres, una cancha con adecuación para fulbito y para básquet, delante de la escuela de varones y campo para carreras cortas, poza de arena para saltos largo, alto, con garrocha, etc. en la parte posterior a ambas escuelas.
Gobierno de Manuel Prado
La Ley Orgánica de Educación, promulgada el primero de Abril de 1941, en el primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche, establecía: Art. 367.- Los locales escolares, en cuanto sea posible, se construirán conforme al tipo de las escuelas al aire libre.
Art. 368.- Las escuelas podrán funcionar en los bosques y parques de los pueblos o en las inmediaciones de las ciudades, cuando el clima y las facilidades de los medios de transporte lo permitan.
Art.369.- Toda escuela estará provista, además de las aulas ordinarias de clases, con su dotación completa de moblaje y material de enseñanza, de talleres o huertos escolares, en los que pueda iniciarse la cultura técnica y de gimnasios y campos deportivos para la educación física...
"LA TORRE".- De conformidad con lo dispuesto en los artículos 367 y 368 del mencionado dispositivo legal, se escogió como lugar apropiado para la con strucción del complejo educativo, una colina cercana a la ciudad, casi totalmente cubierta de matorrales, donde la tupida presencia de plantas arbustivas conocidas como espinas (cactus cylindropuntia rosea), además de otras, igualmente silvestres y carentes de utilidad, dificultaban el ingreso de personas al interior.
Esta colina era un espacio al que no se le sacaba ningún provecho salvo que, una parte de la cúspide que había sido desbrozada, servía de otero desde de donde se podía divisar la ciudad y su entorno, por cuya razón se la denominó La Torre.
Desde tiempos pre-hispánicos la población consideraba a esta colina como un santuario de curanderos y hechiceros, sobrevivientes de una larga campaña de erradicación, llevada a cabo por la Iglesia Católica en todo el ámbito virreynal, con el eufemismo de "Extirpación de Idolatrías". Los extirpadores, que eran sacerdotes, centraron su actividad con énfasis muy notoria en determinados espacios territoriales, siendo el Corregimiento de Cajatambo uno de ellos, según se desprende de la numerosa cantidad de documentos encontrados en los archivos, por historiadores que han investigado el tema, como es el caso de Pierre Duviols (Procesos y Visitas de Idolatrías. Cajatambo Sig.XVI).
Habiendo sido La Torre uno de los pocos bastiones que subsistieron a tal proceso de Extirpación, en la etapa Republicana de nuestra historia, los curanderos y hechiceros del pueblo de Cajatambo continuaron en ese lugar como siempre desarrollando sus actividades y rituales, consistentes en el denominado "mesacuy", o mesada, que consistía en el pago a los Taitas y girkas (apus o dioses de la cultura nativa), al tiempo de hacer la invocación y el conjuro para lograr el objetivo deseado, como la recuperación de la salud quebrantada de alguien, la mejora de las condiciones climáticas adeversas, o algún maleficio. El "pago", según se encontraron numerosos restos de mesacuy, en las faldas de la colina, cuando las escuelas ya funcionaban en La Torre, consistía en un mantel cuidadosamente extendido, sobre el que se habían colocado, en forma ordenada, una porción de coca, varios cigarros, un par de pequeñas botellas con ron y chicha; en ocasiones, complementados con objetos considerados de hechicería, siendo los muñecos los más comunes.
Construcción En "La Torre".- Una vez desbrozado y aplanado el terreno en la dimensión necesaria, se construyó el complejo que comprendía las siguientes partes principales: un largo pabellón al centro y en los lados, las escuelas de varones y de mujeres. El pabellón central, orientado de Norte a Sur, comprendía un gran Salón de Actos y, en la parte delantera, la Inspección de Educación (*)
El mencionado Salón era un centro de cultura, donde se realizaban actuaciones y escenificaciones diversas, celebrando acontecimientos importantes del momento y de nuesra Historia patria. Este espacioso ambiente tenía diseño de teatro, que contaba con una parte alta denominada escenario, provisto de telón, para acoger a los protagonistas de la actuación y, la parte baja, donde se ubicaba el alumnado. En este pabellón, detrás del Salón de Actos hay dos aulas, una en cada lado.
La escuela de varones, ubicada en el lado Oeste del pabellón central, diseñada con forma cuadrada, teniendo un gran espacio libre al centro, destinado a jardines. En tres laterales del cuadrado, estaban las aulas con tres salones de tamaño reglamentario por lado, más los servicios, completando el diseño cuadrangular con el Salón de Actos. El portón, ubicado en lado Norte, alineado con las puertas de la Inspección y de la escuela de mujeres.
La Escuela de mujeres, en lado Este, igualmente de forma cuadrada, con jardines al centro, con los ambientes de aulas, talleres y duchas abarcando los como se le denominaba, estaba conformado básicamente por un pabellón central y a los costados la escuela de mujeres y la de varones de igual diseño. Esta imagen habla por sí sola. La armonía arquitectónica ha sido quebrada y, en consecuencia, ha dejado de ser una belleza, una obra de arte, que daba gusto observarla de lejos para poder captarla en su total dimensión. Se ha hecho modificaciones en la Escuela de Mujeres, también hay construcciones en los espacios destinados al deporte. Asimismo, las faldas de la colina han sido invadidas por pobladores.
Espacios para el deporte.- En lado Este del conjunto arquitectónico había un espacio para deportes, un espacio igual en el lado Oeste; en el lado Norte, delante de las las puertas del conjunto, un amplio espacio para deportes y la formación cotidiana del alumnado; y, en la parte posterior, lado Sur, un campo diseñado para saltos largo, alto, con garrocha, y otras variantes.
El Campanaario.- En este punto bien vale mencionar que existe un campanario, en un extremo del campo deportivo de la escuela de mujeres, que sirvió, entre otros fines, para anunciar la hora preventiva y la definitiva del inicio de las clases.
Observar esta obra, desde algún lado del entorno del pueblo, un día domingo o feriado, con el pabellón nacional flameando en el mástil colocado delante de la Inspección, era un espectáculo. Era, pues, un conjunto arquitectónico de extraordinaria belleza. Hoy está tugurizado con nuevos ambientes que se le ha adicionado por casi todos los lados, además de la ocupación desordenada de las laderas, con fines y objetivos distintos a los que motivaron la construcción del Centro Escolar en ese lugar. Ya no es la emblemática, solitaria y hermosa edificación que lucía en lo alto de la colina, rodeada de verde y tupida vegetación.
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(*) En donde, dicho sea de paso, laboraban dos personas, el Inspector y el Secretario, que lograban el eficente funcionamiento de los centros educativos a nivel provincial, cuando Cajatambo tenía once distritos, más del doble de los que hoy tiene.
Autor: Gustavo Fuentes Rivera Solís
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