Desde Cajatambo Perú.

viernes, 20 de octubre de 2023

OÍDO A LA MÚSICA

 La Música cajatambina es única y no se parece a ninguna.  Lo que sucede es que, hay guitarristas que quieren sobresalir, destacar, hacerse más visibles sobre los otros, para lo cual echan mano a recursos que son ajenos al estilo cajatambino y lo que logran es distorsión. Escuchamos hace varios años en canal 7 TV, lo ponemos como ejemplo, que un guitarrista paisano dijo de manera clara y categórica, que estaba a punto de superar al internacionalmente conocido GARCÍA ZÁRATE. Todos tienen derecho a  superarse y demostrar sus logros.

Sin más preámbulo presentemos a este señor, que algunos de nosotros no tenemos el gusto de conocerlo. No obstante es justo reconocer y destacar, su labor artística  de cultivar y difundir la auténtica música cajatambinas . Música clásica cajatambina.

 



 Huayno: CHICA CAJATAMBINA
Si de algún modo hay que calificar esta música, luego de escucharla con total sosiego, 
habría que decir que es diáfana, transparente y cristalina. Carece de ese bosque de elementos
que enredan, mezclan notas dispares y más,  dando como resultado huaynos huachafos.




Tema: CUANDO TE FUISTE DE MI LADO




                                                                    CAJATAMBINA

jueves, 19 de octubre de 2023

LOS OBRAJES DE CAJATAMBO Y/O LA ESCLAVITUD MAL DISIMULADA.



El obraje de Cajatambo estuvo localizado en el margen derecho del río, frente  al pueblo de Astobamba, en el lugar denominado Obraje, al pie del actual arco de bienvenida que se levanta en la carretera; en los años 50 del siglo pasado, se conocía el terreno como propiedad de don Gregorio Vivar y Leon, quien era funcionario del municipio de Cajatambo.




OBRAJE.- Obraje era un centro de elaboración artesanal  textil que, en la etapa colonial de nuestra historia, se dedicó  a la producción, de diversos tipos de tejidos como frazadas,  jergas, bayetas, cordellatas,  medias, sombreros, alforjas, costales y otros productos, empleando como materia prima básicamente lana de ovejas y auquénidos, así como -en menor proporción- algodón y  otras fibras. Toda  esa producción textil servía para cubrir la demanda interna de la población del virreinato. Para la manufactura de tales tejidos se utlizaron unos dispositivos artesanales llamados telares; como fuerza laboral se empleó a los nativos, que eran obligados a prestar sus servicios,por turnos rotativos, la gran mayoría gratuitamente y unos pocos a cambio de pagos ínfimos. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que supieron los jerarcas españoles, instalados aquí como autoridades, sacar el máximo provecho de la experiencia de los tejedores oriundos. 
A lo largo y ancho del territorio de la colonia funcionaron numerosos obrajes y obrajillos, distribuidos en los corregimientos, de acuerdo a la cantidad de lana que podía obtenerse en la zona,  que a su vez dependía de la extensión de terrenos pastales destinados al ganado ovino. En el Sig. XVII, según Virgilio Roel, en el Virreinato del Perú, existían 300 obrajes; de los cuales, el mayor número estaba en el corregimiento de Cajamarca, más de 30 sin contar los obrajillos, corregimiento de Conchucos con 18, corregimiento de Huamachuco con 17, y el corregimiento de Cajatambo, con 4, por mencionar algunos de los 300. De estos cuatro, uno de ellos es el que dio origen al actual pueblo de  Churrín(1). 
El historiador  Hugo Pereyra Placencia, es quien ha estudiado con más detenimiento los temas referentes al Corregimiento de Cajatambo. Él menciona una cifra mayor de obrajes grandes para este Corregimiento y, refiriéndose  específicamente al pueblo de Cajatambo dice: "El obraje de San Juan de Astobamba, existente por lo menos desde 1587, funcionó durante la época de los Asturias en el mismo pueblo de la Magdalena de Cajatambo, capital del corregimiento.  Había sido fundado en una fecha no muy bien determinada por el capitán Juan Fernández de Heredia, quien fue encomendero de Cajatambo y Ámbar desde comienzos de la década  de 1560 hasta su muerte ocurrida en 1610" (2).
Todos los aspectos del funcionamiento del obraje, tales como la separación de impurezas de la lana, el lavado de la misma, el hilado en los tornos, el manejo de los telares y sus accesorios, etc. eran realizados por un contingente de trabajadores, reclutados en el mismo pueblo de Cajatambo y en otras comunidades de la jurisdicción, tales como  Astobamba, Utcas, Uramasa, y todos los pueblos del entorno,  hasta copar el número necesario, obligados a prestar sus servicios por periodos; para tal efecto se puso en práctica la mita que es una institución creada por los incas, que fue reeditada y adaptada por el virrey Toledo para obligar a los naturales a realizar trabajos   en propiedades particulares de la ciudad y del campo, también en obras del gobierno. Esta modalidad estuvo vigente en Cajatambo desde mediados del sig lo XVI (3)  
MAGANACUTA.- Este es el nombre original, en lengua nativa, de un lugar que se ubica relativamente cercano al pueblo,  al lado SE, pasando un poco el cementerio, adonde la gente acudía en los años 50 del siglo pasado a bañarse con agua tibia, puesto que hay ahí  un manantial de agua termal, actualmente en proceso de agotamiento. El nombre original ha sido modificado ligeramente por los hispanohablantes que no pueden pronunciar la "g" con sonido gutural como es normal en el quechua y lenguas afines.  Traducido al español, Maganacuta significa rincón de castigos. Rincon porque es la parte más estrecha del valle en el que se asienta la ciudad. Ahora bien, que tiene que ver este tema con el obraje? Pues es a este paraje adonde eran conducidos los rebeldes, los indisciplinado, los que no cumplían a cabalidad con las tares impuestas, para ser castigados físicamente; como es obvio muchos de los torturados, ante los golpes y los azotes, reaccionaban prefiriendo gritos de dolor. Los castigos no se daban en el centro de labores, que estaba a un paso del pueblo,  sino a un kilómetro de distancia para ocultar ante el pueblo tamaño despropósito y desvergüenza de ultrajar a las personas que estaban regalando su tiempo y esfuerzo a cambio de nada. Mal que nos pese, somos en muchos casos descendientes de esos verdugos. 






                                   Magana cuta.- Rincón de castigos.


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(1) Virgilio Roel Pineda, HISTORIA SOCIAL Y ECONÓMICA DE LA COLONIA.- Lima Perú 1970, pág.  142 y 144.
(2) Hugo Pereyra Placencia, HISTORIA DEL CORREGIMIENTO DE CAJATAMBO, Lima Perú. 2020, Pág.  81, 82.

(3) Hugo Pereyra Placencia, obra citada, pag.68





 

 

 






sábado, 14 de octubre de 2023

GANADERÍA EN CAJATAMBO: INCANATO-COLONIA-REPÚLICA

Tuntur, Ex-Hacienda Ganadera


Vista parcial de la ex-hacienda diseñada para la cría de ganado vacuno; contaba con manantial, dos reservorios para el riego de potreros de alfalfa, corredores para el traslado de hatos de reses, corrales para varios fines inherentes a la ganadería. Había conjunto habitacional para albergar a la familia del propietario y los trabajadores. Dejó de funcionar como tal en las primeras décadas del siglo pasado, al fallecer el propietario y gestor.

A la llegada de los españoles, existía en estas tierras la actividad ganadera dedicada a la cría de auquénidos. Precisamente Miguel de Estete se refiere a esta actividad;  él fue un  soldado-cronista español, que acompañó a Hernando Pizarro en el cumplimiento de una misión encomendada por su hermano Francisco Pizarro, para la cual debía recorrer la ruta Cajamarca- Pachacamac- Jauja (1533); en esa ocasión la comitiva pasó por  Caxatambo (Cajatambo), tanto de ida como de vuelta; y dice al respecto : "Este es un gran pueblo situado en un valle hondo donde ay muchos ganados de  ovejas. Llamase el señor de este pueblo Sachao"(1). Menciona ovejas porque, al observar a la distancia a dichos animales en sus corrales o pastando, talvez no pudo distinguir sus características o creyó que eran variedades de ovinos. Pero  el caso es que en el recorrido vio numerosos corrales de cría de auquénidos, en la región puna que se extiende entre Cajatambo y el paso de Quépoc, como al otro lado entre Uchpa y Pomaca (2). Muchas de esas estancias han subsistido a lo largo de la Colonia y de la República; desde las primeras décadas del siglo pasado, mayoritariamente mediante un manejo de mutuo acuerdo entre el propietario de los terrenos pastales y el trabajador,  denominado pastor. Las condiciones pactadas incluían provisión de víveres y comestibles así como asistencia y provisión para la medicación del ganado a su cargo, incluyendo el rebañoy los hatos propios del pastor.  La reforma agraria implementada por el gobierno  revolucionario de Velazco Alvarado estableció que "la tierra es de quien la trabaja"; ejecutada la reforma, pasado unos pocos años esos terrenos pastales cayeron en el abandono porque el Estado no dio el apoyo necesario  ni los beneficios que que estaban acostumbrados a recibir durante la vigencia del mutuo acuerdo. Esa reforma le resultó fatal al supuesto beneficiario. Pues de la noche a la mañana se vio privado de los productos alimenticios a que tenían derecho, según convenio y que se producían en las tierras bajas, a cargo de los dueños del ganado en la puna. Como es sabido, en esta región no se hace agricultura, ya que la altitud no lo permite; solo se hace ganadería.  Hoy esos terrenos lucen abandonados y las manadas de ovejas, vacunos, equinos y otras especies que se apreciaba en el trayecto entre Quépoc y Cajatambo no existen, salvo en una que otra estancia; en el tramo de Cajatambo a Chanquillo, donde antes de la reforma agraria había por lo menos una veintena de estancias en pleno apogeo, con variedad de rebaños y hatos, hoy existe solo una,  la de la familia Herrera. Se sabe que en otras áreas hay una que otra estancia, en proceso de de recuperación. En el Distrito de  Gorgor, cerca Nunumia, está la Hacienda Colpa, existe como centro de crianza de auquénidos, desde antes de la llegada de los españoles; durante la Colonia los pastizales cayeron en manos de los españoles, que fueron pasando  sucesivamente a sus herederos. "...la referencia más antigua sobre el tamaño de los ganados que contenía está fechada recién en 1609.Por febrero de ese año, unos tasadores señalaron que la propiedad superaba las  30,000 cabezas..." de ovinos (3).  



Estancia de Colpa, en la puna de Gorgor, muy mencionada en la época del corregimiento como proveedora de lana para los obrajes.

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(1) Hugo Pereyra Placencia, HISTORIA DEL CORREGIMIENTO DE CAJATAMBO,Lima 2020. Pág.30

(2) Casaverde Rios, Guido y otros. El Camino Inca de Cajatambo.  En Andares-La República, año III N° 178, Lima 2001, pág. 2.

(3) Hugo Pereyra Placencia, obra  citada, pág.77