Existe mucha desinformación con respecto al origen del nombre Cajamarca.
En efecto, hay numerosas opiniones sobre este tema, algunas de ellas basadas en especulaciones que datan desde tiempos de la Colonia ; otras, son afirmaciones de esta época, de hace algunas décadas, como las de Horacio Villanueva Urteaga, distinguido escritor y catedrático, quien sostiene que Cajamarca significa "pueblo de rayo", pues se relaciona con el antiguo Dios de los cajamarquinos; el lingüísta Rodolfo Cerron-Palomino afirma que Cajamarca significa pueblo de espinas, y tales vegetales sean posiblemente el cactus San Pedro. De estas menciones no está ausente Ernest Middendorf, antropologo aleman autor de la hipótesis que Cajamarca se derivada de la palabra quechua <cksa> que se traduce como "paso de las montañas" o " abra entre montes". Inca Garcilaso de la Vega, a diferencia de todos ellos dice " no es Caxamarca como lo escriben algunos cronistas, sino Cashamarca , que es tierra o provincia o barrio de hielo ( en relación a las heladas). Es de notar que estos dos personajes coinciden en algo desde su observación a la realidad geográfica de nuestro medio: la temperatura en los territorios elevados, heladiza, hasta insoportable fuera del cobijo.
Ahora bien, el escritor peruano Inca Garcilaso de la Vega tiene mayor credibilidad que los otros, en relación con el significado de Cajamarca, por que fue un estudioso serio de la realidad tawantinsuyana en todos sus aspectos; conversó con muchos nobles del imperio, con sus propios ascendientes, con las autoridades sobrevivientes, leyó a los cronistas etc. Es decir investigó la realidad. Conoció mejor que ninguno el idioma quechua a nivel de todo el territorio. No se limitó a su entorno de origen. Como intelectual goza del reconocimiento de los más notables en España como Perú: Menéndez y Pelayo, Raúl Porras Barrenechea, Luis Alberto Sanchez, Mario Vargas Llosa entre muchos otros.
De otro lado, debemos dejar sentado que el idioma quechua fue invadido por el idioma español. En el sentido que se aplicó fonemas de éste idioma a palabras quechuas que tenían sus propias particularidades en la pronunciación. Esto es muy serio, porque puede llevar a no entender o a interpretaciones incorrectas, como ocurrió y continúa sucediendo con las palabras originales que componen el nombre Cajamarca, salvo con la palabra marca que no ha originado divergencias.
Respecto a los términos expuestos: CKSA, CKASA, KASHA, CAXA, CAJA, hay que dejar muy en claro que todos ellos significan lo mismo. Se refieren a la primera palabra original de las dos que componen el nombre Cajamarca. Estas diversas maneras de graficar una palabra demuestran una sola gran verdad: la indebida aplicación del fonema español a la palabra quechua, dejando de lado su propio fonema.
Middendorf y Garcilaso de la Vega tratan de graficar el sonido natural de la palabra quechua equivalente a enfriar o bajar la temperatura. Sin embargo surge la dificultad al aplicar el fonema español a la palabra quechua, que tiene su propia pronunciación, que es gutural y que se produce detrás del paladar. Es verdad también, hasta donde se sabe, que el idioma quechua no tiene escritura propia, carece de alfabeto.
Y la razón no está ausente en estas elucubraciones. Los que pusieron tal nombre a esta ciudad, sin duda tuvieron varias posibilidades o alternativas. Debían optar por una toponimia importante y trascendente o por un nombre sin mayor importancia ni permanencia en en tiempo?. Optaron por lo primero y el nombre está vigente y nos dice una realidad vigente y palpable. Si hubiesen optado por cashamarca o pueblo de espinas estaría fuera de realidad, si alguna vez hubo matorrales de espinas, hoy no hay espinas ahí. El nombre fue bien puesto y, no cabe duda, por personas inteligentes.
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