Eran los años 50, cuando Lima, la pequeña y tranquila, engendró a uno de sus más recordados delincuentes: Luis D’Unian Dulanto, alias ‘Tatán’, el buen mozo de la calle de las Carrozas en Barrios Altos. Con la ayuda de los periódicos de la época llegó a convertirse en leyenda popular, pues cada una de sus vicisitudes era celebrada por la prensa. Con un estilo muy particular al vestir, hablar, caminar y hasta sonreír, se llevaba a cualquiera al bolsillo, tal vez por eso se hizo famoso, querido y también odiado. ( EL COMERCIO).