Desde Cajatambo Perú.

domingo, 1 de marzo de 2015

ZAPATEO CAJATAMBINO


 

Música para un zapateo sin medias tintas.- El zapateo cajatambino es fino, menudo, elegante, sin interrupciones pero  con variados giros que le dan prestancia y elegancia. Es lo que podemos observar en este video. Sin embargo, es de notar que en la nueva generación de guitarristas cajatambinos hay quienes apuestan por el estilo ayacuchano y por tanto se alejan del estilo nuestro.

Chato Grados: "CAJATAMBINA",


Un Obsequio de Chato Grados.- Esta pieza musical "Cajatambina" en la voz de tan notable artista, cobra enorme vitalidad y es un regalo para todas las cajatambinas , especialmente para las que desde el extranjero añoran a la patria chica ( Italia, España, Francia, Rusia, etc.)

Eusebio Grados Robles  "Chato Grados" nació el  2 de Diciembre del 1953, en el Centro Minero Atacocha, Cerro de Pasco; cerca de 40 años viene cantando con gran calidad, por eso la Municipalidad de Huancayo lo distinguió como  Hijo Predilecto de la Ciudad   y, posteriormente , también el Gobierno Regional de Junín lo declaró Patrimonio Cultural Vivo de la Región Junín. 




Huayno VASO DE CRISTAL


Vaso de cristal: de Zenobio Dagha S.

HuaynoNoche de luna era
aquel momento
me hablabas cosas lindas
quiero oirlas otra vez
háblame despacito
dímelo en secreto
eso si no me gusta
que en voz alta me hables.
Las flores son muy lindas
hay que cuidarlas
así soy delicado
como un vaso de cristal
quiéreme con ternura
ámame con locura
eso si no me gusta
que maltrates mi vida.
           Fuga
Sabré quererte de verdad
sabré amarte de verdad
aunque el mundo venga abajo
yo siempre seré tu dueño.
Zenobio Dagha Sapaico, nació en el pueblo de Chupuro

jueves, 19 de febrero de 2015

CAJATAMBO: BRUJOS Y SACERDOTES

Autor: Francisco de Goya

  


Las Brujas y Las Hechiceras

     El partido de Cajatambo en tiempos de la Colonia era muy extenso; junto con otros 6 partidos conformaron la Intendencia de Tarma, territorio que después de la independencia tomó el nombre de Departamento de Junín. Cajatambo integraba las que hoy son la propia provincia de este nombre, Bolognesi, Ocros y Oyón.   En todo este ámbito territorial, en unos pueblos más que en otros, se practicaban actividades que los españoles, es decir los extirpadores de idolatrías, doctrineros y evangelizadores denominaron brujerías y hechicerías.

  •   Las brujerías son un conjunto de conocimientos  y prácticas  que,  mediante el empleo de la magia, las personas llamadas brujas, desarrollan fuerzas y poderes sobrenaturales que les permiten hacer daño; se dice que la facultad de la magia les viene del pacto con el diablo. Se afirma, además, que las personas que  se dedican a la brujería, son mayoritariamente mujeres, por tanto hay más brujas que brujos.
  • Hechicerías son un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas que las  hechiceras, aplican para someter  a las personas a influencias maléficas. Hay también más hechiceras que hechiceros. Así mismo, se afirma, que en la hechicería está presente el poder del demonio.

En Cajatambo y otros lugares existieron brujos y hechiceros?

      Es necesario precisar que antes de la llegada de los españoles, estos términos y conceptos no existieron en Cajatambo ni en ninguna otra parte del Perú. Todo esto corresponde a la cultura europea y española, que ponen en uso en nuestro medio cuando empiezan a  evangelizar a la población. No olvidemos que uno de los compromisos de los conquistadores, en documentos firmados ante los Reyes Católicos, era convertir a la población en creyentes de la fe  Católica. Y estando en esa tarea, los llamados "doctrineros", evangelizadores y sacerdotes en general, encuentran dificultad para cumplir con esa misión. Esa dificultad era muy simple; ellos decían que la palabra de Dios estaba en la biblia, que Dios era todopoderoso, que podía castigar, premiar, sanar enfermos, etc.  Los nativos  no podían comprobar eso, sino todo lo contrario,  nunca vieron a un sacerdote o doctrinero curar un enfermo, pero si vieron , en muchas ocasiones que la llamada bruja o hechicera, curaba enfermos. En conclusión,  le decían a los doctrineros: si te creo, creo en Dios Cristo. Pero en verdad ellos continuaban con sus propias creencias,hecho que fue comprobado por los propios doctrineros y evangelizadores cuando después de algunos años volvieron al lugar.
     Es en estas circunstancias que surge el uso de los términos brujos y hechiceros, en los informes de los extirpadores de idolatrías y de doctrineros, para referirse a curanderos, a sacerdotes de la religión nativa y otros. En el Archivo del Arzobispado de Lima abundan estos legajos, con  tales denominaciones. Como el caso de un gorgorino que profirió una frase ofensiva contra la Virgen María, el Tribunal de la Santa Inquisición le sometió a un juicio que duró muchos años, con el expediente que vino a Lima y regresó a Gorgor numerosas veces, hasta que se produjo la sentencia. El fácil acceso a esos documentos, ha hecho posible que más historiadores se hayan referido a ellos en sus obras y en las citas bibliográficas, permitiendo que se   acentúe la idea que Cajatambo  ha sido pueblo de brujos y hechiceros.

Las Curanderas de Cajatambo
   
  En Cajatambo, como en otros lugares del país, las curanderas realmente curaban enfermos. En esos tiempos el ejercicio de esta actividad no estaba banalizada. Hoy en día cualquier charlatán es "curandero" o "brujo". Con respecto a los habitantes de esta parte del mundo, debemos recordar como punto de partida, que así como se tuvieron los conocimientos necesarios y suficientes para construir Machu Picchu (donde se aplicó las ciencias y artes que hoy se conocen como arquitectura, sismología, astronomía, física, etc.), o para hacer  trepanaciones craneanas como lo hicieron  en Paracas (logrando menguar el dolor, evitar la infección y hacer un corte perfecto de la parte afectada  del cráneo e injertar una placa de oro), de igual modo las curanderas eran mujeres capacitadas para el ejercicio del oficio, que habían adquirido los conocimientos necesarios, de teoría y práctica, a través de varias generaciones, trasmitidos de padres a hijos, nietos, bisnietos, etc. cuando estos tenían vocación para ello. En aquellos tiempos esa era una de las maneras de adquirir conocimientos.
     Cuando un sacerdote observaba a una mujer cajatambina, o de otra procedencia, curar un enfermo, pensaba que eso sólo podía realizarse con el poder del demonio. Los doctrineros no sabían que había un conjunto de conocimientos que permitían a las curanderas de entonces, como a los profesionales de la medicina actualmente, salvando distancias, conocer el malestar físico y anímico de los pacientes y, consecuentemente poder tratarlos con efectividad hasta la recuperación de su salud. El sacerdote no sabía ni sospechaba que aquella mujer que lograba curar enfermos, era una mujer preparada, dueña de un gran bagaje de conocimientos que le permitían ejercer el oficio. Como para los actos de curación, al igual que los labriegos y muchos otros sectores de la población, invocaban a los apus, a los dioses presentes en los cerros y quebradas ( jircas), consideraban a la curandera una mujer confabulada con el demonio, es decir una bruja o hechicera, sujeta a persecución y castigo.

Los Extirpadores de Idolatrías en Cajatambo

     Ante el fracaso de la tarea de evangelizar aparecen los extirpadores de idolatrías, que son sacerdotes especializados en destruir las huacas, las momias y deidades en general. Pues así como los cristianos invocan a Dios Cristo, para que ampare las cosas que hacen y todo salga bien; así también curanderas y gente de otros oficios,como la población en general, invocaban a sus ancestros y a sus dioses, representados en ídolos, para lo mismo, para que salga bien lo que están acometiendo. En eso hay un parecido entre cristianos y nativos, el recurso de la fe.
     Pensando que la destrucción de tales elementos culturales terminaría con sus  creencias religiosas y eso permitiría que abracen la fe católica, se inicia un campaña intensa de larga duración. Pero fue contraproducente como manifiesta  Hernando Hacas Poma en 1657,  quien afirma que las campañas realizadas en Cajatambo entre 1617 y 1622 por Fernando de Avendaño, entre 1656 y 1663 por Bernardo de Noboa, no dio el resultado esperado, ya que donde Avendaño había destruído 5 conopas (deidades),  después de transcurrido 30 años, Noboa encontró diez ídolos. Esta   comprobación de proliferación de dioses, en lugar de exterminio, se produjo varias veces y en distintos lugares del Corregimiento de Cajatambo. 
Resultado de imagen para toribio de mogrovejo, imagen en su altar
Santo Toribio de Mogrovejo


Un Santo en Cajatambo

 La tarea de extirpación continuó simultáneamente con la evangelización. Extirpadores de Idolatrías, doctrineros, y sacerdotes, frecuentaron Cajatambo y toda la jurisdicción  territorial, para poder llevar a cabo el adoctrinamiento en la fe católica. La labor fue ardua, se avanzó con la misión y el resultado no fue el que se esperaba. A fin de cuentas se produjo una especie de creencia híbrida, una mezcla de aspectos de la creencia nativa con los elementos netamente cristianos, lo que en algunos casos perdura. 
Son  notables las visitas del  arzobispo de Lima, Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, el que hoy es Santo Toribio, en visita pastoral recorrió buena parte del corregimiento de Cajatambo y sus diferentes pueblos, en numerosas ocasiones.


Los Brujos Pasaron a Mejor Vida?


Resultado de imagen para imagen de curandero
Curando a un niño
     Estos términos trasplantados dentro de nuestra realidad, han quedado como parte de nuestro acervo cultural del pasado. Hasta mediados del siglo anterior al presente, habían curanderos muy buenos como es el caso de don Pedro Támara, en la especialidad de huesos. No solo trataba dislocaduras sino fracturas. Los pacientes se recuperaban y quedaban muy bien. No usaba ni el cigarro ni la coca en este proceso.
Para los casos de enfermedades distintas estaba una  señora llamada Juana, de baja estatura ella,que en sus mejores tiempos auscultaba las dolencias de órganos internos del paciente mediante el uso, cuy, que pasaba por todo el cuerpo de la persona tratada, frotando suavemente, y luego examinaba en las entrañas del animal, que moría en el proceso de frotación (cupacuy). Luego daba las indicaciones del caso para la curación mediante el uso de plantas medicinales, dietas, etc.
Esta misma persona auscultando con la coca y el cigarro, es decir fumando y chacchando,  podía adivinar o ver(si caben los términos) sobre cosas perdidas y orientar su búsqueda, así mismo sobre posibilidades futuras relacionadas con viajes, personas ausentes,etc. Doña Juana en su edad madura abandonó el oficio, al mermar su fuerza física como sus capacidades visuales y auditivas.
Para terminar respecto al uso del cuy en estos menesteres, tengo que mencionar un hecho importante. El Dr.  Javier Pulgar Vidal en 1975 aplicó una encuesta a 150 profesoras que habían venido a Lima, desde distintos lugares del país a un curso de capacitación en el colegio Guadalupe; ante una pregunta respondieron numerosas de ellas diciendo que el cuy se usaba como radiografía, para el examen interno del paciente a cargo de curanderas. Como lo hacían no lo sabemos, al igual que tampoco sabemos como nuestros antepasados labraban las rocas finamente y como alineaban bloques de más de 30 toneladas, si entonces no se conocía ni el hierro ni había grúa. Nuestra ignorancia no invalida los conocimientos de otros. 


Resultado de imagen para simbolo de la medicina
Esculapio

Modernidad en la Medicina.

En la actualidad  no quedan vestigios de estas prácticas, pero hasta mediados del siglo anterior sí. Eran tiempos en que, en la capital de la provincia no había médico ni posta médica. Pero sí es de grata recordación el único sanitario que tuvimos en Cajatambo, don Aníbal Barreto; es posible que algunas veces haya errado en el suministro de medicamentos al paciente, pero hay que tener en cuenta que se le estaba pidiendo ejercer un papel que ecxedía  a su preparación. En cambio si podemos dar testimonio de su eficiente actuación en las campañas de vacunación en las escuelas. Por ejemplo contra la viruela. En la década de los 60 actúa el Sr. Sabino Quinteros, sargento sanitario de la Guardia Civil.
    

 En 1950   destableció en Cajatambo su consultorio médico el Dr. Marchena. No había en la población costumbre de acudir al médico, el profesional tuvo que emigrar. Desde fines del siglo pasado hay posta médica y actualmente un pequeño hospital con el personal médico y técnico necesarios. En algunos distritos hay postas médicas.








     






lunes, 16 de febrero de 2015

EN CAJATAMBO: CURA LE " ROBA" MUJER A POLICIA




ESTA LACERANTE HISTORIA ES ABSOLUTAMENTE  VERÍDICA



Cuestión Previa

Diré a manera  de preámbulo que corría el el mes de junio del año de 1950; siendo Mariano Jacinto Valdivia Ortiz ( 1895-1982)Obispo de Huaraz,hubo un inusual acontecimiento en Cajatambo, llegaron cinco sacerdotes, cuatro franciscanos y otro de una orden distinta, que decía ser vicario de la Diócesis de Huaraz, de apellido Valenzuela. Es que por entonces Cajatambo pertenecía a tal jurisdicción eclesiástica, hasta  que en 1958, pasa a formar parte de la Diócesis de Huacho. Ahora sabemos que tal movilización fue parte de la campaña de revitalización de la fe católica en todos los pueblos de las provincias de Pomabamba y Cajatambo.Y, en esta última ciudad, la participación sencilla y entusiasta de los franciscanos despertó una gran efervescencia religiosa, pues gran número de creyentes acudían a las charlas de catequesis en las escuelas e iglesias,  la gente acudía a las misas, bautismos,confirmación y cuanta actividad religiosa había. Hubo un gran movimiento, pues nuestra ciudad contaba con una gran población. Sólo en las dos escuelas de la Torre, entre la de varones y la de mujeres había unos 600 niños ( Transisión mas primaria de 1° a  5° en cada escuela), cifra a la que hay que añadir algo así como 150 de la escuela de Astobamba (Transición, 1°,2°y 3°). Una tarde, casi al entrar la noche, cuando esta alegre y masiva actividad ya casi terminaba ,llega a Cajatambo el cura Valenzuela, que en verdad no hizo hada a favor de los creyentes ni de la iglesia, por lo que suponemos que su función era algo así como la verificación de lo hecho, o es que debiendo llegar oportunamente para sumarse a la actividad se retrasó. 

El robo del siglo

La circunstancia en que llega Valenzuela a Cajatambo, es como queda dicho casi al término de la intensa actividad que realizaron los  otros sacerdotes, franciscanos ellos, fácilmente distinguibles por sus sotanas marrones. Por lo que manifestó que era vicario de la Diósesis, la oportunidad de su llegada y otras circunstancias parece que le sirvieron para formarse una aureola y ganarse la atención de la población, cosa que lo consiguió, pues como se quejaba del mal de altura (soroche), y otras dolencias por añadidura, un buen número de damas bien intencionadas acudieron solícitas para prestar la ayuda necesaria. Pero al parecer aquí le nace la malévola idea o tal vez era una costumbre en él. Las damas muy acongojadas,  

 guiadas por su maternal espíritu de socorro, además de sus experiencias en atender enfermos en sus respectivas familias, se organizaron para atender al enfermo, que permaneció en esa situación aproximadamente una semana. Por obvias razones no daré los nombres completos de las señoras que acudían a cuidar de día y noche, de a dos o tres por turno. Citaremos a las siguientes: Adolfina, Grimanesa, Zoila, Lucila, Manuela, Isabel, Filomena, Ruperta, Juana, Olga, y una veitena más. Se comprenderá que eso haya ocurrido así cuando se sepa que en ese tiempo en Cajatambo no había ni posta médica, ni médico.
A decir de las damas el paciente fue aliviándose rápidamente y él, por iniciativa propia, en gesto comprensible fue disponiendo gentilmente que las señoras de más edad dejaran de acudir, pues era ya bastante el sacrificio de preparar sus alimentos y otros menesteres (entre las que concurrían habían señoras de alrededor de 60 años). Y así fue la gradual merma de la asistencia; hasta que, finalmente, lo acompañaban  por si acaso hubiese alguna necesidad, una persona de día y otra de noche. Al finalizar su estadía ya casi estaba recuperado al cien por ciento. Al menos eso decían, ya estaba por viajar de regreso, pues el joven de apellido Andrade, en verdad recién adolescente, experto y puntual en preparar las acémilas de los viajeros foráneos ya estaba presto. Fue así, que la última noche lo acompañó una señora joven de unos 30 años de edad, madre de dos niños, que lleva el nombre de nuestra santa. El esposo, de quien se decía que  era arequipeño, era un ex oficial de la Benemérita Guardia Civil, llamado  Alfredo Juárez, alto y fornido él, gran futbolista se prendó perdidamente de nuestra paisana sin necesidad de que le dieran el famoso "anaipuyo", se casaron, renunció a la policía y a la sazón trabajaba en una oficina.
El día de los hechos, o mejor la culminación de los hechos, era ya hora de acudir a la oficina y la señora no llegaba para desayunar. Ante esta situación envía a llamar a su madre o averiguar lo que pasaba; pensaba lo peor: "quizás el padrecito sufrió una recauda". Vuelve el niño a la casa con la noticia de que a las cuatro de la mañana habían salido de viaje rumbo a Lima, por la ruta de Oyón. A las ocho de la mañana ya posiblemente habían pasado Quepoc, 4,550 metros de altitud s.n.m., estarían cerca de Pomaca o entrando a Gasuna. Se presume que  no le dio el soroche. Además, él venía de Huaraz, que está al pie de la cordillera blanca y de Huascarán, eso nos demuestra que no le pudo haber dado el mal de altura cuando llegó a Cajatambo. Todo lo que armó fue una patraña y pura mañosería.
Al día siguiente el esposo salió a su búsqueda. Dijeron que la encontró, se reconciliaron y nunca más volvieron a  Cajatambo. Años después, las que en aquel tiempo eran adolescentes, cuando ya mayores y trabajaban en el magisterio, asistían a un curso de capacitación en el colegio Guadalupe. Allí lo encontraron al sinvergüenza dictando un curso. 
                                                                                 

domingo, 15 de febrero de 2015

UN CURA "REVOLUCIONARIO" EN CAJATAMBO


Adolfo Pérez (Premio Nóbel de la Paz) y Neptalì Liceta (Sacerdote comunero)
Aquí tocando la quena. Abajo, de chompa y sombrero.

Neptalì y Msr Lorenzo León
Msr Lorenzo León -Obispo emérito de la Diócesis de Huacho
acompaña a Neptalí, que ya no usaba sotana.
NEPTALÍ LICETA LADERA

Neptalí comunero, profeta y sacerdote.- Así reza el título de un libro publicado por Eduardo Borrell. Lo leí hace algún tiempo; el libro comprende opiniones de unas cuatro o cinco personas que conocieron a Neptalí Liceta Ladera y, obviamente,  todos ellos hablan bien del sacerdote que ejerció un tiempo en Cajatambo; sin embardo, ellos mismos deslizan consideraciones que en conjunto ayudan a reconstruir la personalidad del finado párroco. Antes de entrar al tema de fondo, que son los aspectos que no se condicen con la labor de un sacerdote, queremos hacer un bosquejo de como aparece en nuestra escena este personaje. 

Neptalí Liceta Ladera vino a este mundo en 1933 en el pueblo de San Pedro de Pirca, jurisdicción del Distrito de Atavillos Alto, entonces provincia de Canta, hoy Huaral. Al término de su Secundaria en Canta, quiso ingresar como seminarista  en Chachapoyas. No pudo o no quiso cumplir con uno de los requisitos y, consecuentemente, optó por viajar a Chile donde  sí lo admitieron en un Seminario; al concluir sus estudios  con los documentos del caso se presentó a ordenarse en la Diócesis de Chachapoyas, donde le exigieron su internamiento previo en el Seminario durante un año, con lo cual no estuvo de acuerdo. Se presentó a a la Diócesis de Huacho, donde le ordenaron sacerdote de inmediato, luego lo enviaron a ejercer su oficio pastoral en Cajatambo. Aquí trabajó aproximadamente dos años; posteriormente él mismo solicitó ser enviado a su pueblo natal, en donde falleció en 1989 trágicamente al desbarrancarse con  su vehículo.

EN CAJATAMBO.- 

  • Neptalí liceta Ladera asume el cargo de párroco de Cajatambo,en el segundo gobierno de Belaunde. Lleva estudiantes de la UNI para hacer labor social en Huayllapa y Uramaza, lo que sirvió para que sus opositores argumentaran que estaba haciendo proselitismo político. Vendió todas las alhajas que María Magdalena tenía en un depósito, con cuya recaudación, según dijeron entonces,financiaba el desayuno que mandaba preparar y repartir a los niños pobres.
  • Por las mañanas, cuando la gente acudía a   la iglesia a escuchar misa, solía preguntar a algunas señoras ahí presentes, si en  sus casas habían ya desayunado sus niños; si varias de ellas respondían que aún no habían preparado desayuno, las enviaba de regreso a casa, manifestando que primero  había que cumplir con esa labor y se postergaba la misa. Hecho que incomodaba a quienes ya habían cumplido con esa labor o no tenían hijos menores que atender.
  • Cuando  los trabajadores de la hidroeléctrica de Cahua sostenían una huelga que estaba por cumplir luego un mes, y estaban ya por acogerse a la propuesta de la empresa,  Neptalí los alentaba a resistir. Ante la carencia de  recursos económicos de los trabajadores, logró apoderse del producto de las limosnas de Huacho, sin permiso de las autoridades respectivas, con lo cual financió la prolongación de la huelga.
  • Organizó a las comunidades y alentó el enfrentamiento con los medianos y pequeños propietarios de terrenos; pues lo que propiamente se dice gamonales no  habían en Cajatambo. 


 Por estos y otros hechos  que fueron progresivamente minando las relaciones, la población de Cajatambo,  aquellos que habitualmente acudían a la iglesia, se pusieron categóricamente en contra del sacerdote, argumentando que no ejercía propiamente una función sacerdotal. Este reaccionó clausurando la puerta del templo con clavos y madera y colocando encima un cartelón donde decía que no volvería a abrir la iglesia mientras sus oponentes no cambiaban de actitud. 
Regresó a Huacho; estando allí, según cuenta el mismo, en  una oportunidad se le presenta una señora pobre pidiendo ayuda, quería dinero y ropa. Se quitó la sotana, la cortó en dos partes por la cintura y le entregó a la señora diciéndole que de una parte haga su falda y de la otra su blusa, según refiere el propio Neptali; desde ese momento nunca más volvió a usar sotana.

Haciendo una mea culpa, dispuesto a no repetir esa estrategia aplicada en Cajatambo, solicitó a su amigo, el Obispo de Huacho, que lo enviara a su tierra natal, la comunidad de San pedro de Pirca. Comprendiendo el Monseñor Lorenzo León, que allí estaría más tranquilo con  su vocación de comunero y organizador, accedió a su petición. Cuando llegó a su tierra sus familiares y padres fueron los primeros sorprendidos,  no se explicaban  esa actitud de volver  en esas condiciones, después que los estudios les había demandado sacrificio  y privaciones. 
Entre otras cosas organizó una - Federación de Campesinos, cooperativas agrarias, Agrupación de productores de artesanías, entidad defensora de los Derechos Humanos, etc.
 Creo que muchos no criticarían sus actos si los hubiese hecho sin escudarse bajo el manto de sacerdote sacerdote católico,   que per se y a priori tiene una imagen positiva ganada y, ante quien la gente suele acercarse  con mente positiva y receptiva. Como ciudadano de este país, al amparo de las leyes, tenia todo el derecho de incursionar en  la política, en el sindicalismo y cualquier otra actividad licita. A este respecto cae el refran que dice "zapatero a tus zapatos".  
El cura Salomón Bolo Hidalgo tuvo una historia parecida.


Tradiciones Cajatambinas.- Gustavo Fuentes Rivera Solís










domingo, 1 de febrero de 2015

CÓNSUL HONORARIO EN CAJATAMBO

Junio Bruto
Junio Bruto, primer cónsul Romano. En esos tiempos

su misión era dirigir el Estado y a los Ejércitos durante
las campañas de guerra. Los cónsules de hoy, lo que 
hacen es defender los intereses del Estado y los de sus
 connacionales en el país donde ejercen el cargo.  
La pregunta es:  trabajaba gratis ?
 Efectivamente, Alejandro Escobedo no cobraba por esos servicios que eran iguales, en algunos casos de mayor amplitud, a los que realiza un cónsul del Estado representante en otro país. Su oficio no le quitaba mayor tiempo, al contrario, le servía para ampliar sus relaciones y adquirir mayores conocimientos de los que ya poseía. Tenía un hermano abogado ( Moisés Escobedo), pero de Alejandro no sabemos su grado de instrucción. Ergo, era un hombre talentoso, conversador, versado, y relacionado. En el gobierno de Odría, Prado, Pérez Godoy, etc.confeccionó uniformes para los empleados del Palacio del Gobierno, para la Guardia Republicana, Guardia Civil, etc. Es decir, estamos hablando de muchos cientos de unidades, para lo cual hay que manejar presupuestos, costos, temas legales relacionados a licitaciones, etc. Para el cumplimiento de estos compromisos llamaba a concurso, mediante el diario El Comercio, a los mejores sastres  saqueros y pantaloneros de Lima, con cuya colaboración cumplía con entregar oportunamente los trabajos. De modo que tenía una holgura económica que le permitía ejercer gratuitamente esa función de "CÓNSUL HONORARIO".  Carecía de empleados, pero tenía un sin número de amigos y conocidos, entre los que habían profesionales de distintas especialidades. Muchos  de ellos le facilitaban su labor de cónsul. Los amigos no lo llamaban por su nombre sino le decían CÓNSUL.

  Tradiciones de Cajatambo.- Gustavo M. Fuentes Rivera Solís